El Corpus Christi también es llamado por los toledanos «La Semana Grande», y esta fiesta con tradición de siglos, en la que la Custodia de Arfe abandona momentáneamente la Catedral de Toledo para recorrer sus calles engalanadas, es el día más importante del calendario. de fiestas religiosas y en la tradición de la ciudad. Y así lo demuestra el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional, que atrae a muchos turistas de todo el mundo para participar de primera mano en esta jornada tan señalada.
Prueba documental de la primera procesión en 1418, con la catedral aún en construcción, y sin la existencia de la famosa Custodia de Arfe. Fue más tarde, con Carlos I y Felipe II en el trono, cuando cobró especial relevancia la celebración, que ha continuado prácticamente de forma ininterrumpida desde entonces.
Desde semanas antes de la procesión, toda la ciudad está preparada, y los trabajadores municipales colocan toldos que protegerán del despiadado calor toledano durante esas fechas. Los vecinos de las calles donde tendrá lugar la procesión, y la «Junta Pro Corpus», serán los encargados de decorar todo el recorrido con flores, mantones, estandartes, faroles y un sinfín de adornos creados especialmente para la ocasión. También se colocan efímeros arcos de ramas y flores en algunos lugares estratégicos de la procesión, como en la plaza de Zocodover, o en la de San Marcos.
La tradición dice que es una suerte que días antes de la procesión «se mojen los toldos». Es decir, llueve. Y esta tradición de buena suerte ha continuado continuamente durante los últimos años. Otra peculiaridad es la colocación de cientos, miles de sillas de todo tipo y condición a lo largo del recorrido. Y es que los vecinos tienen esta peculiar forma de reservar su lugar para poder disfrutar cómodamente de la procesión. Esta ruta procesional será visitada también por los típicos Gigantes y Cabezudos, y por la tradicional «Tarasca», tan cara en la ciudad imperial del Tajo.
Cuando llega el gran día, los toledanos se despiertan al amanecer con el disparo de los Royal Pumps, que dan la bienvenida al día de esta peculiar forma. Mientras tanto, los trabajadores intentan dar los toques finales al proceso procesional, llenando el suelo de hierbas aromáticas (principalmente tomillo), y colgando en las paredes de la Catedral vistosos tapices flamencos de los siglos XVI y XVI. A las once de la mañana comienza en la Catedral la solemne misa pontificia, presidida por el arzobispo, y poco antes del final, los primeros integrantes de la procesión comienzan a salir por la Puerta de Llane. En la calle aguardan los piquetes a caballo de la Guardia Civil y la Policía Nacional, con su uniforme de gala, así como los timbaleros municipales, abriendo la procesión tras el pertiguero y la Cruz Procesional.
Detrás de ellos, todas las cofradías y cofradías, cofradías y capítulos participantes, cuyo orden se determina en función de sus fines, función y antigüedad, siendo los participantes más veteranos quienes están más atrasados, y a la vez más cercanos a la Custodia. Este orden sólo se altera con los Caballeros del Corpus Christi a pesar de ser de reciente incorporación, al llevar precisamente este título, y tener su sede en la Catedral.
En el momento en que la Custodia con el Santísimo Sacramento sale de la Puerta de Llane, para iniciar su recorrido por las calles de Toledo, disparos de mortero lo anuncian a todos los toledanos y visitantes. Disparos que se repetirán cuando llegue la Plaza Zocodover, donde el Arzobispo pronunciará un sermón y dará la bendición, y nuevamente cuando regrese al interior del templo catedralicio.
Con motivo de estas fiestas religiosas se organizaron en Toledo durante distintas semanas diferentes actos culturales, deportivos y artísticos.
Se puede decir que no tiene fecha fija, sino que corresponde al calendario litúrgico pudiendo caer en mayo o junio.
Más información en la web http://corpustoledo.org/